por Pipo Fisherman 22-08-23
Recuperados del trajín de las Paso, volvemos a compartir esta columna, y algunas reflexiones que se imponen por la importancia de lo que se jugó, y se jugará, electoralmente hablando.
Un comicio Nacional atravesado por los hechos de inseguridad que se dieron en los días previos a las elecciones.La sangre que tiñó las calles también lo hizo, en cierta medida, con la voluntad del votante que, en muchos casos, a último momento, y movido por esas últimas noticias, optó por radicalizar su voto apoyando una opción de derecha lo más dura posible. Por supuesto que a eso se suma el descalabro económico reinante, y sin dudas eso también se vio reflejado en los números, relegando a quien maneja la economía nacional a un tercer lugar, y votando masivamente a opciones de la más pura y dura ortodoxia liberal.
Incluso con promesas descabelladas, como las de demoler el Banco Central, no ha hecho mella en el ánimo del votante, y muy por el contrario, llama la atención lo masivo del acompañamiento. Podría decirse que la ciudadanía, en buena parte, ha decidido ir al extremo derecho de la Democracia, casi en su límite, a ver qué había. Más temprano que tarde sabremos si lo que encuentren allí los espantará, o reafirmará su convicción de "tierra arrasada, y a empezar de nuevo".
Habrá que ver si la Coalición opositora podrá alinear a todos sus votantes, ganadores y perdedores en la interna, sin sufrir "filtraciones" hacia la derecha extrema. Será necesario, en principio, superar rápidamente el penoso espectáculo brindado por ambos candidatos en la interna con descalificaciones de las que será muy trabajoso volver. No menos arduo será el intentar diferenciar su propuesta de la de la derecha ganadora, siendo que comparten buena parte del arco ideológico, disputando votantes en forma directa. Otra tarea será persuadir al elector que optó por no concurrir a votar para que lo haga, y confíe, una vez más, en su propuesta.
De la lista oficialista sólo puede decirse que el piso de votos mantenido le da una cierta esperanza de aspirar a alcanzar el ballotage. Esperanza que, si los números de inflación de Agosto, como marcan los indicadores, se confirman en dos cifras, rápidamente debería desmoronarse. La ausencia hasta lo invisible de quien resulta Jefa de esa coalición, como hasta del mismo Presidente en "ejercicio", hacen aún más pesada la carga de quien, habiendo dicho en su momento que era incompatible ser ministro y candidato, hoy se aferra a ambas opciones hasta las últimas consecuencias. Veremos cuáles son, en definitiva.
Una última reflexión para los encuestadores, único trabajo en que la multiplicidad y repetición de errores se premia con más trabajos, a la vez que, en el colmo del cinismo, siguen pensando que marcan tendencia.
En el ámbito local, el oficialismo ganó su interna sin mayores sobresaltos, lo que provocó una frase de dudoso gusto del Intendente ganador, satisfecho por "haber mantenido su lista "pura"". Fin del juego para el caudillo perdedor, y es de esperar que esta nueva, y última (?) derrota, lo convenza de correrse de la escena pública, para así darle un aire renovado al casi desaparecido partido que supo representar.
De todas formas, los gestos de muy medida alegría en el bunker de los vencedores, incluso una marcada preocupación que pudo oírse en el discurso triunfal del candidato, demuestran que, tanto la derrota del espacio interno que apoyó, casi a último instante, como la inesperada elección de un espacio que, oh sorpresa, se ubica bastante más a la derecha que el suyo, postergaron, al menos, los festejos eufóricos.
En un inesperado segundo lugar, la lista libertaria, que a pesar de contar con un cierto arrastre de votos de la lista nacional, no obstante sufrió un alto corte de boletas en la opción local. Se supone que la campaña llevada adelante por los candidatos locales, que consistió en repetir 4 ó 5 postulados básicos de su líder nacional sin agregar contenido local a sus propuestas, originaron una natural migración de los votos locales hacia el oficialismo, ya desplazado definitivamente de un vecinalismo centralista, hacia una supuesta nueva derecha moderada.
Difícil definir la interna del justicialismo (ni siquiera uno está seguro si definir de esa forma a todo el frente oficialista). La Cámpora local "hizo los deberes", repartiendo lo que los referentes acercaban, y tratando de digerir el obligado apoyo a un candidato que, una vez más, les impusieron. Su habitual techo electoral, de por si escaso, fue el premio que se les otorgó, junto con el triunfo en la interna.
Decían quienes acompañaban a Letona en su lista, que iban a ir a buscar los 4000 votos que La Cámpora había perdido, y que creían suyos. Más temprano que tarde, descubrieron que, en realidad, el hecho de que ellos en 2021 "prestaron" muchos de sus votos para que cierto caudillo llegara al HCD, no resultó gratuito, y su gente supo facturárselo hasta perforar hacia abajo el triste piso de los mil sufragios. Haber repartido múltiples recursos que los legisladores amigos les hicieron llegar, apenas 20 días antes de las elecciones, supo ser una práctica que creyeron efectiva, y nunca detectaron lo obsoleta de su aplicación.
Igual, o peor suerte corrió el tercer candidato del espacio, quien en un acto de suprema inocencia política, creyó que sería suficiente exponer a una entidad de probada seriedad y trabajo como el Centro de Día, consiguiendo recursos para ellos, o a un comerciante al que obligaron a sentarse en conferencia de prensa para recibir ayuda luego de sufrir un incendio en su comercio, y hasta la penosa imagen de una familia recibiendo...una Pasta Linda, así como creer que decir continuamente que él era "el único candidato que apoyaba Massa", fueron varios de los anclas a los que se ató voluntariamente. Lamentable la viralización del audio del candidato con su reacción por la derrota, demostrándole que aún le faltaba algo más que "estudio" para incursionar en la jungla política.
La izquierda, con un número similar al de cada elección ejecutiva, pero consiguiendo fácilmente el porcentaje
necesario para disputar la elección general. Con la ventaja de un candidato con una natural imagen positiva, será su objetivo apuntar al voto "ausente", incentivando de alguna forma a que quienes no participaron en las Paso, lo hagan en Octubre, y que, obviamente, los acompañen en la mayor cantidad posible, sumado a algún desencantado kirchnerista, o la mudanza de algún votante del caudillo, con el fin de contrarrestar, al menos en parte, el aluvión "derechoso" del oficialismo y el nuevo espacio. Es de esperar que, de mínima, se fijen como objetivo incorporar a un concejal más de su espacio a partir de Diciembre.
Creo que ni siquiera vale la pena hacer referencia al "candidato" de Libres del Sur, Luna. Bastaría con leer la columna en la que presentábamos a los candidatos, y decíamos que esa lista olía a "kiosco" electoral. Creemos no haber errado.
Veremos, tal cual la imagen que ilustra esta nota, quien de los contendientes jugará el papel de la liebre, quien el del bulldog, o el armadillo, o el del zorro.
Nos leemos por ahí.